La Junta de Planificación informó que adoptó el plan de manejo de la Reserva Marina Tres Palmas.
Por Edwin J. Rodríguez Rivera / edwin.rodriguez@elnuevodia.com
Nota del editor: Esta es la primera de dos historias. Busca la segunda parte mañana. El presidente de la Junta de Planificación (JP), Héctor Morales Vargas, informó que su agencia adoptó el Plan de Manejo de la Reserva Marina Tres Palmas (RMTP) de Rincón, el pasado diciembre, decisión que no había sido hecha pública hasta hoy. Este plan delinea las condiciones y guías a seguir a la hora de utilizar los recursos marinos que se quieren preservar en Tres Palmas.
Así las cosas, la decisión de la JP es un triunfo para el pueblo rincoense. El plan en cuestión representa los intereses de todos los sectores de la comunidad, que en el 2008 culminó el documento, luego de año y medio de consultas al pueblo, realizadas por la Junta de Manejo de la Reserva.
¿Por qué no se había revelado antes?
La decisión de adoptar el plan de manejo de la Reserva Marina Tres Palmas no se había anunciado antes porque la agencia está por concluir un análisis legal. El trabajo realizado hasta ahora apunta a que no existe estatuto legal que obligue a la JP a tener la firma del Gobernador para adoptar el plan de manejo, según indicó el presidente de la junta Héctor Morales Vargas.
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Sin embargo, el planificador Carlos Carrero, miembro de la Junta de Manejo de la Reserva, explicó que a principios del 2009 la JP recalificó los terrenos de toda la Isla, de manera que en zonas en que sólo se podían desarrollar construcciones de bajo impacto ambiental (como los terrenos frente a Tres Palmas), ahora se permitirían construcciones de tres y cuatro pisos.
En términos técnicos, todos los terrenos calificados como Residencial Turístico del 0 al 3 (RT 0-3) ahora se agrupan dentro de la calificación Residencial Turístico Intermedio (RTI).
Asimismo, la Junta declaró toda la costa de Rincón hasta Añasco como Zona de Interés Turístico. Y estos terrenos costeros quedaron agrupados en la calificación RTI. Según Carrero, no se consideró en los planos el hecho de que estas costas incluyen los terrenos aledaños a la Reserva de Tres Palmas.
“Eliminar las otras calificaciones (RT 0-3) es erróneo porque cada terreno es distinto y debe evaluarse por separado para calificarlo. Uno de los peligros es que cuando proliferan las construcciones se genera el mismo efecto de sedimentación. En el área de la reserva no lo recomiendo”, precisó Carrero.
El sentir que recogió ELNUEVODIA.COM luego de entrevistas con oceanógrafos, recreacionistas marinos, planificadores y algunos surfers y negociantes rincoeños, es el temor a que la Zona de Interés Turístico destruyera el valor estético, ecológico y turístico-económico de Tres Palmas.
Esto, porque la reserva marina sólo protege el recurso natural que está en el agua y la zona marítimo terrestre. No están protegidas las áreas verdes que van desde la carretera 413 hasta la playa.
“La reserva marina es en el agua y la colindancia inmediata de la reserva es una porción de terrenos calificada como ‘Conservación de Recursos’. El frente marítimo tiene una protección de recursos que no permite ningún tipo de desarrollo. Luego de ese frente marítimo-terrestre entonces viene la Zona de Interés Turístico, calificada como RIT (esto son las áreas verdes frente a la playa)”, confirmó la Junta.
A pesar de que la calificación RIT sí permite construcciones y así representa un riesgo para la reserva marina aledaña, Héctor Morales Vargas aseguró que Tres Palmas no corre peligro.
“El hecho de que (los terrenos aledaños a la reserva) tengan esa calificación no implica que puedas construir lo que te dice ese distrito... En ese lugar hay unas condiciones especiales de una reserva marina, de conservación de recursos y de una ruta escénica. Hay que considerar el Plan de Manejo que se presentó para evitar factores que la afecten. Eso es una responsabilidad total de los que pasen juicio de lo que se vaya a desarrollar allí y hoy somos nosotros: la Junta de Planificación”, afirmó Morales Vargas.
El ingeniero citó la disposición de Casos Especiales del Reglamento de Calificaciones de la JP, que impediría cualquier desarrollo desmedido en los terrenos de Tres Palmas o de cualquier otra zona de la Isla que presente “condiciones ambientales, estéticas o bellezas excepcionales”, entre otras características.
No obstante, expertos en biología marina consultados por este diario, hicieron hincapié en que los movimientos de tierra necesarios para construir son un peligro mortal para los corales. Una vez la tierra queda suelta, las lluvias la llevan al mar, donde es depositada sobre el arrecife.
“Lo que pasa es que la Reserva de Tres Palmas contiene el acropora palmata (coral cuerno de alce) que está en peligro de extinción. Es uno de los arrecifes principales que todavía queda vivo. Y este es uno de los corales menos tolerantes al sedimento”, manifestó el oceanógrafo Jorge R. García.
Esta es una de las condiciones ambientales que ha generado un consenso entre los diferentes sectores de la comunidad rincoeña que en noviembre pasado expresaron el rechazo al nuevo Reglamento de Calificación y la Zona de Interés Turístico (ZIT) que presentó la Junta de Planificación.
Gran oportunidad económica en Tres PalmasEsta reserva marina de Rincón atrae turistas internacionales y de la Isla que desean interactuar con la naturaleza Mira el vídeo y la fotogalería
Por Edwin J. Rodríguez Rivera / edwin.rodriguez@elnuevodia.com
Nota del editor: Esta es la segunda de dos historias.
La Reserva Marina Tres Palmas se ha convertido en un poderoso gancho de publicidad para que las hospederías de Rincón atraigan turistas internacionales y locales, según un estudio realizado por el Centro Interdisciplinario de Estudios del Litoral (CIEL).
“Hay un gran interés en la Reserva de Tres Palmas. La gente está viniendo a verla y está interesada en conservarla. Es que es increíble. Tú das dos pasos y te arrodillas debajo del agua y ves toda la vida marina. Peces, tortugas y los corales… es impresionante”, expresó el director del CIEL, Manuel Valdés Pizzini.
En palabras del recreacionista marino Ruperto Chaparro, Rincón posee la “gallinita de los huevos de oros”, en cuanto a turismo de naturaleza se refiere.
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El “snorkeling”, el surfing, el ciclismo por la carretera 413 y la fotografía son algunas de las actividades que atraen a diversos turistas hasta Tres Palmas.
“Todo esto es recreación. La recreación es más importante que el turismo pues el puertorriqueño está 12 meses en la Isla y representa un impacto mayor en la economía”, afirmó el también director del Programa Sea Grant de la UPR.
Según Chaparro, el concepto de turismo de naturaleza es distinto al turismo que se vende en la Isla: un turismo de sol y playa, en el que predominan los grandes hoteles.
“No hay una política pública del Gobierno en torno a promover el turismo de naturaleza. Hay que diversificar nuestro atractivo turístico. Siempre son el mismo tipo de proyectos: el hotel grande, con el casino, campo de golf con el ‘time sharing’. Y se sabe que el turismo de naturaleza y ecoturismo son los renglones que más están creciendo”, coincidió María Juncos, directora del Centro de Estudios para el Desarrollo Sustentable de la Universidad Metropolitana.
Pero con todo el potencial económico, turístico y recreativo que ofrece Tres Palmas, ¿cómo se puede desarrollar el área, sin destruir su frágil ecología y valor estético?
“Cualquier tipo de proyecto o desarrollo cerca de la Reserva Marina Tres Palmas, debe ser sustentable. De manera que no solo beneficie al desarrollador, sino también al pequeño comerciante, los residentes y los visitantes”, apuntó el planificador Carlos Carrero.
Por su parte, María Juncos explicó que algunas características para que una estructura se considere sustentable son: que la construcción controle la erosión y sedimentación, proteja la flora y la fauna y que la estructura no tape el aspecto visual del recurso. También utilizan materiales reciclados en su construcción y la gente de la comunidad se convierten en los proveedores de servicios y vigilantes de la reserva.
“Cuando hablo de bajo impacto, hablo de eco-hospederías en las que se enfatice la conservación y reciclaje de agua. También son estructuras que utilizan energía renovable”, abundó María Juncos.
Asimismo, Ruperto Chaparro opinó que otra alternativa de desarrollo para Tres Palmas es un pequeño centro de información para educar a los visitantes sobre la biodiversidad marina de la reserva y sobre el uso adecuado de la misma.
“Puede ser un edificio en madera, unos baños de composta y se deja una zona de amortiguamiento con vegetación… pero el Gobierno tendrá que arrendar o comprar los terrenos frente a Tres Palmas porque no nos podemos correr el riesgo de que vayan a construir unos condóminos al frente”, concluyó el recreacionista marino.